Desde sus orígenes el remo ha tenido la particularidad de ser considerado un deporte duro, donde las palabras lucha y sacrificio forman parte de su definición. Este deporte requiere compromiso pero si le das aquello que te exige al final siempre llega la recompensa. Juan Luis Moraes Fiego reúne los requisitos que te impone el remo para adoptarlo como tu deporte. A sus veintidós años ha demostrado que todo sacrificio tiene su recompensa y que si crees en algo y quieres conseguirlo, sólo tienes que intentarlo. Su hemiparesia izquierda, causada por una parálisis cerebral al nacer, no ha sido un obstáculo para llegar a formar parte del equipo de competición senior masculino del Real Club Náutico de Torrevieja y llegar a debutar en el Campeonato de España de Llaüt, donde, junto a su equipo, logró clasificarse entre las ocho mejores embarcaciones de España. “El campeonato ha ido muy bien, estoy muy contento por el resultado obtenido”, expone Moraes con una sonrisa que demuestra que aquello en lo que crees, acaba llegando independientemente de los baches del camino. Ahora mira hacia atrás y ve con satisfacción los frutos recogidos hasta el momento. Se inició desde pequeño en este deporte como una forma abrirse a la sociedad, conocer gente y demostrar que su enfermedad no era ninguna barrera para obtener buenos resultados. Las medallas de su habitación son la prueba de que lo ha conseguido. Cuando llegó a la categoría senior llegaron las dificultades. Como él explica, “me querían hacer creer que no valía para esto, que la única salida era comenzar con el remo adaptado”. Sin embargo, Moraes comenta que el Real Club Náutico de Torrevieja creyó en él. “Los entrenadores vieron mis marcas y pronto me pusieron en el equipo senior ”. Con ellos se ha estrenado en una competición nacional. Como él mismo señala, el remo le ha abierto muchas puertas, sobre todo le ha servido para crecer como persona y para demostrar que no importa lo que te digan, si no que lo que lo importante para alcanzar metas es creer en uno mismo. “Quizás hubiera entrado en un equipo paralímpico sin antes tener la oportunidad de saber que aún siendo discapacitado tengo tantas posibilidades como un remero cualquiera. Mi lugar en el equipo me lo he ganado con mi esfuerzo y con la confianza de todos mis compañeros” comenta Moraes, quien considera que el apoyo de sus entrenadores y de los miembros de su equipo ha sido clave para demostrar que el remo no impone barreras.